La discusión sobre este tema en la Comunidad Virtual giro alrededor de la pregunta ¿La Educación Virtual existe?, para lo cuál se nos facilitaron dos lecturas, Desafíos y fundamentos de la educación virtual y E-learning en blanco y negro. de Martínez J
Como apunta Javier Martínez Aldanondo en su artículo, cuando habla de la historia de la abuela, muchas veces es difícil creer en la virtualidad porque no es algo palpable, no es algo que podamos ver. La historia asociaba al trabajo con un esfuerzo evidente, por ejemplo un agricultor día tras día bajo el sol con su pala y sus semillas, pero una vez que el sol se esconde el agricultor se va a descansar, sin embargo, en un trabajo como el de un programador puede que no se evidencie; su cerebro hace un esfuerzo las 24 horas del día, es usual que la solución a un problema que se nos presente en un sistema llegue a la hora y momento menos indicado, por lo tanto conviene redefinir el concepto de esfuerzo.
Otra comparación podría ser que usualmente se nos mide por productos, ¿cuántas cartas se hicieron?, ¿cuántos artículos se vendieron?, ¿cuántos planos se dibujaron?, pero ¿podemos medir cuantas ideas se formularon?, ¿podemos acaso calificar esas ideas?, es algo parecido con la virtualidad, a veces no se puede cuantificar o definir donde esta exactamente, no se le puede asociar una nota.
Comparto la expresión del autor Cristian Omega, “Lo virtual, pues, no es ni irreal ni potencial: lo virtual está en el orden de lo real.” Porque se asemeja al hecho de que el conocimiento no siempre está de forma explicita, ni hay alguien que lo determine, por lo que la educación virtual existe en tanto el espacio de socialización que es creado por la red de redes (en la actualidad) exista y permita la comunicación entre los individuos. Porque el aprendizaje puede ser algo tan básico como la apropiación de una palabra y su significado, hasta la construcción de un nuevo algoritmo computacional: la educación virtual es solo una nueva modalidad de aprendizaje.
El artículo de este autor nos brinda varias definiciones de otros autores sobre educación virtual, pero difiero con la definición de Lara, Luis (2002), que afirma que la Educación Virtual es “la modalidad educativa que eleva la calidad de la enseñanza aprendizaje… que respecta su flexibilidad o disponibilidad (en cualquier momento, tiempo y espacio). Alcanza su apogeo con la tecnología hasta integrar los tres métodos: asincrónica, sincrónica y autoformación”. Considero que esta modalidad difícilmente va a elevar la calidad de la enseñanza aprendizaje si los docentes siguen tratando de seguir teniendo ese rol en el ambiente virtual, en vez de convertirse en facilitadores, el hecho de que el medio dé opciones y brinde “comodidades” para hacer llegar el mensaje no asegura la calidad del proceso.
Como apunta Javier Martínez Aldanondo en su artículo, cuando habla de la historia de la abuela, muchas veces es difícil creer en la virtualidad porque no es algo palpable, no es algo que podamos ver. La historia asociaba al trabajo con un esfuerzo evidente, por ejemplo un agricultor día tras día bajo el sol con su pala y sus semillas, pero una vez que el sol se esconde el agricultor se va a descansar, sin embargo, en un trabajo como el de un programador puede que no se evidencie; su cerebro hace un esfuerzo las 24 horas del día, es usual que la solución a un problema que se nos presente en un sistema llegue a la hora y momento menos indicado, por lo tanto conviene redefinir el concepto de esfuerzo.
Otra comparación podría ser que usualmente se nos mide por productos, ¿cuántas cartas se hicieron?, ¿cuántos artículos se vendieron?, ¿cuántos planos se dibujaron?, pero ¿podemos medir cuantas ideas se formularon?, ¿podemos acaso calificar esas ideas?, es algo parecido con la virtualidad, a veces no se puede cuantificar o definir donde esta exactamente, no se le puede asociar una nota.
Comparto la expresión del autor Cristian Omega, “Lo virtual, pues, no es ni irreal ni potencial: lo virtual está en el orden de lo real.” Porque se asemeja al hecho de que el conocimiento no siempre está de forma explicita, ni hay alguien que lo determine, por lo que la educación virtual existe en tanto el espacio de socialización que es creado por la red de redes (en la actualidad) exista y permita la comunicación entre los individuos. Porque el aprendizaje puede ser algo tan básico como la apropiación de una palabra y su significado, hasta la construcción de un nuevo algoritmo computacional: la educación virtual es solo una nueva modalidad de aprendizaje.
El artículo de este autor nos brinda varias definiciones de otros autores sobre educación virtual, pero difiero con la definición de Lara, Luis (2002), que afirma que la Educación Virtual es “la modalidad educativa que eleva la calidad de la enseñanza aprendizaje… que respecta su flexibilidad o disponibilidad (en cualquier momento, tiempo y espacio). Alcanza su apogeo con la tecnología hasta integrar los tres métodos: asincrónica, sincrónica y autoformación”. Considero que esta modalidad difícilmente va a elevar la calidad de la enseñanza aprendizaje si los docentes siguen tratando de seguir teniendo ese rol en el ambiente virtual, en vez de convertirse en facilitadores, el hecho de que el medio dé opciones y brinde “comodidades” para hacer llegar el mensaje no asegura la calidad del proceso.
Mapa mental sobre Virtualidad
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